O morimos fusilados o morimos en la horca: algunas reflexiones anarquistas sobre el proceso constituyente

Nuevamente el discurso democrático nos interpela, haciendo uso de su entramado jurídico, nos intenta obligar a ser partícipes del mismo proceso constitucional iniciado en noviembre del 2019, el cual dividió a los sectores movilizados y comenzó a apagar la revuelta social de octubre.  Esta vez, se debe decidir entre la Constitución escrita y firmada bajo una dictadura cívico militar o la de un cuerpo legal escrito por el sector más conservador y fascista de la clase política  actual, defensores de la herencia dictatorial.

En una vereda, esta el progresismo y algunos sectores liberales de la social democracia con su opción «en contra”, los cuales quieren que celebremos si queda vigente la constitución de Pinochet, manteniendo su legado, incumpliendo las promesas de cambio social declaradas durante el estallido y durante todos estos años de transición democrática neoliberal. Es el mismo sector, que ha  continuado y perfeccionado las medidas represivas contra quienes luchan y cuidando por sobre todo la mano que les da de comer. En la otra vereda, está el fascismo con sus nuevas caretas, quienes amparados en el juego de la institucionalidad, con su comisión de expertos y su opción «a favor”, presentan sin asco ni vergüenza alguna, una propuesta constitucional que se posiciona descaradamente del lado del empresariado y contra los sectores más pobres y excluidos del país; es la opción neoconservadora y ultra capitalista que apuesta a una propuesta constitucional que precariza aún más las condiciones de nuestras vidas. 

Ambas propuestas, defendidas por un lado y por el otro, pretenden convencer que son la solución a nuestras más vitales necesidades, cómo si ellxs viviesen el día a día de miles de explotadxs en este país. Claro está, no nos sorprende que quieran defender sus privilegios, pues si viven en grandes y lujosas casas, ¿por qué les va a interesar el derecho a la vivienda? Si estudian en los mejores colegios de Chile, ¿Por qué les preocuparía que los liceos y colegios de barrios periféricos se caigan a pedazos? Si se atienden en las mejores clínicas ¿Por qué les va a interesar las historias de hospitales colapsados o los esfuerzos sobre humanos para pagar algún tratamiento médico? Este proceso constitucional, no es otra cosa que un ajuste  para defender y mantener los intereses de los poderosos. De esta manera, pretenden decidir las nuevas normas en las que tenemos que convivir y obedecer, dejando en mano de políticos y empresarios nuestro porvenir, nuestra salud, educación, vivienda y otros aspectos de la existencia. Eso quieren que elijamos.

Es un cuento conocido, donde todos los sectores políticos se dirigen a nosotrxs, con un discurso descaradamente populista, pretendiendo verse como personas comunes, amigables y cercanas, paseándose por cuanto canal de televisión, hablándonos como si conocieran las precarias condiciones de nuestra diaria subsistencia. Se dirigen a una clase media que ni conocen, clase social agobiada por las deudas con las que camuflan la pobreza. Se autoproclaman como nuestros voceros, representantes y salvadores, empeñándose en convencernos, culpándose entre ellos mismos, entre los diferentes sectores políticos como los responsables de los males de esta sociedad, cuando todxs sin excepción alguna, son los perpetuadores de las condiciones de explotación y opresión. De esta manera, nos venden sus propuestas, como si  no tuviésemos otra alternativa que elegir a unos o a otros.  Utilizando un discurso  donde los títulos más grandes son la delincuencia, el miedo y la inseguridad, posicionan como enemigos de todxs a la migración, fomentando así el racismo y la xenofobia. Alardean en todos los medios de comunicación, cómo el actual gobierno y la revuelta del 2019, dañaron a este territorio, proponiendo como solución mayor represión jurídica y policial-militar.

Los ricos, empresarios y políticos nada quieren cambiar, eso significaría perder sus privilegios.  Los trabajos precarios, las pensiones de miseria, el aumento del costo de la vida, la destrucción de nuestros entornos naturales, la represión y militarización son una realidad que todxs padecemos. Nadie quiere envejecer, por el miedo a la incertidumbre y la vida aún más precaria que nos espera, normalizando trabajar asalariadamente hasta morir.  Las demandas históricas de lxs explotadxs jamás han sido atendidas por aquellxs que se benefician de nuestra condición, ¿por qué habría de ser distinto ahora? Nunca han garantizado futuro alguno para nosotrxs y lxs nuestrxs ¿porque ahora sí? Ya no podemos esperar soluciones de parte de la casta política. Ante el capitalismo y las crisis económicas que siempre pagamos lxs mismxs, no podemos continuar un minuto más mirando cómo se adueñan y destruyen nuestras vidas. Frente al colapso de este orden y el mundo que nos quieren obligar a vivir, debemos  hacerle frente con fuerza y de una vez, es necesario, es vital.

La vía institucional nunca será una alternativa, nunca será la solución para vivir libremente como merecemos. La historia nos ha enseñado que las transformaciones sociales nunca han sido regaladas, estas han sido reales, gracias a los pueblos, colectividades e individualidades que se han declarado en lucha contra sus opresores mezquinos, sus defensores y falsos críticos. Sus procesos democráticos no nos interesan, porque de nada valen. Cualquier opción que salga triunfante (en contra o a favor) poco y nada remueve nuestras condiciones de vida, porque la social democracia está al servicio de los ricos, donde la trampa del juego, es que  nada cambie,  para continuar haciendo de cada una de nuestras necesidades, un negocio rentable.

Ante esto, como explotadxs en lucha nuestra respuesta es clara:

No participaremos de este espectaculo electoral, porque la unica forma es la de octure,y ante esto, apostamos por extender y desarrollar el ejercicio y la práctica  de la autoorganizacion, autonomía, lucha y acción directa en todos los territorios posibles, politizando todos los aspectos y espacios de la vida. Nuestros esfuerzos no estarán nunca en sus procesos democráticos. Nuestra fuerza y entusiasmo está en la construcción de proyectos revolucionarios y anarquistas.  Hacemos el llamado imperante a organizarse, no votar, a levantar fuerza antiautoritaria, a combatir el sistema capitalista, al estado, a la autoridad y sus valores. Desde la individualidad hasta el colectivo y el territorio, con todas las expresiones y experiencias de nuestra historia anárquica, y así, ir construyendo poco a poco, paso a paso la anarquía.

Red de lucha y propaganda

Diciembre 2023

Recibido el 15 de diciembre de 2023


Colaboraciones a edicionesapestosas[arroba]riseup.net


A 10 años de la muerte del Pelao Angry el robo se justifica: algunas palabras en conmemoración al compañero

Algunas contribuciones anarquistas para la reflexión: ¿Autonomía o poder popular? La experiencia de los cordones industriales durante Unidad Popular (1970-1973).

Leave a Response