Mientras los ojos de la comunidad internacional están puestos en la Palestina ocupada, el gobierno turco continúa su guerra contra el PKK, las YPG y los grupos políticos kurdos y/o progresistas en su territorio y en Kurdistán. Nuestra plena solidaridad con el pueblo palestino no debe distraernos del mismo apoyo al pueblo kurdo al que Turquía busca silenciar.
El 1 de octubre, un ataque suicida contra la Dirección General de Seguridad del Ministerio del Interior turco golpeó el corazón de la capital turca, Ankara. El PKK, Partido de los Trabajadores del
Kurdistán, reivindicó esta acción explicando que «es un acto de autodefensa contra el desprecio de los derechos humanos que están siendo violados[…]; contra la práctica inhumana y la política de aislamiento implementadas en todas las cárceles de Turquía y Kurdistán; contra el uso de armas químicas contra nuestras guerrillas[…]; contra el saqueo de nuestra naturaleza y el ecocidio en Kurdistán; contra la opresión del pueblo kurdo y de todos los círculos democráticos».
En respuesta a esta acción, el Estado turco lanzó varias oleadas de detenciones en decenas de ciudades, dirigidas en particular al Congreso Democrático Popular (HDK), al Partido Democrático Popular (HDP) y a las ONG. En total fueron arrestadas más de 320 personas.
Esta ola de detenciones es parte de una lucha más amplia contra el movimiento de liberación del Kurdistán, pero también de una creciente represión de la actividad política y sindical en Turquía. Desde hace varios años, las actividades de las Madres del Sábado, que reúnen pacíficamente a familiares de víctimas de desapariciones forzadas tras el golpe militar de los años 80 y el estado de emergencia de los años 90 en Turquía, han sido sistemáticamente impedidas y reprimidas. Muchas personas son arrestadas por «terrorismo», palabra que se utiliza principalmente para reprimir a todos los opositores políticos. Muchas personas son procesadas incluso por simples publicaciones en las redes sociales. Actualmente, más de 15.000 activistas de partidos de oposición prokurdos se encuentran en prisión. Recientemente, la represión también se ha centrado en los internacionalistas europeos que participan en acciones para denunciar los bombardeos turcos en Rojava.
La CSI, Confederación Sindical Internacional, ha declarado que Turquía se encuentra entre los diez últimos puestos en el ranking de países más respetuosos de los derechos de los trabajadores, junto con Bangladesh, Myanmar y Egipto. En octubre, seis trabajadores y dos secretarios de sindicatos de la construcción fueron detenidos por bloquear una acción contra el impago de sus indemnizaciones por despido.
La ofensiva en Rojava
Tras el ataque de Ankara, Hakan Fidan, ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, dijo que se creía que los responsables habían entrado en Turquía a través del territorio del noreste de Siria. En represalia, anunció que «todas las infraestructuras e instalaciones, particularmente energéticas, pertenecientes al PKK y a las YPG en Irak y Siria constituyen objetivos legítimos para nuestras fuerzas de seguridad».
Luego, Turquía llevó a cabo su mayor ataque contra Rojava desde la invasión de Serê Kaniyê en octubre de 2019, con 580 ataques aéreos y terrestres. Se han atacado edificios militares, como la academia de entrenamiento de los assayish (fuerzas de seguridad internas de la región autónoma de Kurdistán).
En este ataque murieron veintinueve combatientes kurdos. Su principal misión era luchar contra la distribución y el consumo de captagón, una droga sustitutiva producida y vendida en masa por el régimen de Bashar Al-Assad. Pero Turquía ha trabajado especialmente para socavar las instituciones civiles para hacer la vida insoportable a las poblaciones de Rojava, destruyendo diecisiete sitios petroleros, once centrales eléctricas, dos instalaciones hidráulicas y dieciocho estaciones de bombeo, y dañando muchos otros sitios, incluidas cuarenta y ocho escuelas. Esta destrucción socava el suministro de hospitales, bombas de agua y negocios como panaderías. Justo antes del invierno, Rojava corre el riesgo de sufrir escasez de gas, diésel, gasolina, agua potable y pan. La AANES (Administración Autónoma del Norte y Este de Siria) tendrá que importar más productos como el gas, a precios más altos y esto fomentará la inflación de bienes y servicios.
Un contexto internacional favorable a Erdogan
El objetivo de Turquía es empujar a las poblaciones de la AANES al exilio y vaciar la revolución de sus fuerzas vitales. Los daños materiales causados a la infraestructura civil se estiman en 56 millones de dólares, mientras que los gastos anuales (sin incluir salarios) de la AANES fueron de 181 millones de dólares en 2020. La magnitud de los daños excede la capacidad de las ONG para proporcionar servicios vitales, por eso Heyva Sor ( La Media Luna Roja Kurda) está lanzando un llamamiento a donaciones para Rojava[1]. Erdogan anunció el fin de la primera fase de la guerra contra AANES. ¿Habrá una segunda fase? ¿Y cuál será la naturaleza de esto? La invasión terrestre de Kobane sigue siendo una posibilidad.
Mientras tanto, la guerra de Israel contra los palestinos ha permitido a Erdogan ocultar sus propias masacres y abusos[2]denunciando los de otros. Es imprescindible denunciar su acto de equilibrio: Turquía reconoció el Estado de Israel en 1949. Aunque la llegada del AKP al poder ha empañado un poco las relaciones entre Turquía e Israel, Erdogan está renovando vínculos con Netanyahu desde 2015 y numerosos vínculos comerciales y militares. Se producen intercambios entre Turquía e Israel. ¡La última entrevista entre los dos criminales de guerra[3]data del 19 de septiembre!
Erdogan recordó en esta ocasión que los dos países «podrían cooperar en los campos de la energía, la tecnología, la innovación, la inteligencia artificial y la ciberseguridad»[4]. La liberación de los pueblos, tanto en Kurdistán como en Palestina, no se logrará sin la destrucción de los Estados y las potencias nacionalistas, imperialistas y coloniales.
S. (Comisión de Relaciones Internacionales)
1 de diciembre
Publicado originalmente en frances: https://www.unioncommunistelibertaire.org
Traducción automática de A-Infos
Recibido el 14 de diciembre de 2023
Notas
[1]»La Media Luna Roja Kurda pide donaciones de emergencia para Rojava» en el sitio web Serhildan.org.
[2]»El Parlamento turco vota para ampliar las operaciones militares en Irak y Siria», 18 de octubre de 2023, en el sitio web Rojinfo.com.
[3]Respecto a los últimos crímenes de guerra del Estado turco, véase, por ejemplo: «Turquía bombardea un hospital en el noreste de Siria», publicado el 6 de octubre, y «Rojava: 2 millones de personas privadas de ‘electricidad y agua tras los ataques turcos’, publicado el 8 de octubre en el sitio web Rojinfo.com.
[4]»Erdogan y Netanyahu se reúnen al margen de la Asamblea General de la ONU», Challenges, 20 de septiembre de 2023
