
Interrumpir, Bloquear, Ocupar
6/7 de septiembre de 2019
en Italia, Alemania, Grecia, Cataluña, Suecia, Reino Unido, Suiza y muchos otros países
Mientras los pueblos de Rojava y el Noreste de Siria continúan su
lucha por la autodeterminación, la liberación de las mujeres y la
democracia de base y se defienden contra los ataques de las bandas
yihadistas y el Estado fascista turco, los representantes de gobiernos
hipócritas se dan la mano con los déspotas turcos.
Mientras cientos de miles de personas han sido desplazadas de Afrin
por bandas yihadistas apoyadas por el ejército turco, estos yihadistas y
sus familias se están estableciendo en la zona y explotando los
recursos de la gente. Están vendiendo el símbolo de Afrin, el aceite de
oliva de olivos, a través de Turquía a España y a otros países
europeos. Esto es lo que quiere decir el Estado turco cuando dice estar
asegurando su frontera: limpieza étnica y bandas yihadistas atacando a
la población local.
Mientras
Ankara está forjando planes de liquidación contra la revolución de
Kurdistan y Siria, las empresas de armamento europeas, rusas y
estadounidenses están aumentando sus ganancias día a día. Este es un
resultado directo de la guerra en Oriente Medio y en todo el mundo. No
olvidamos el sufrimiento de la gente en Yemen, Palestina y otros
teatros de guerra. Se hacen ganancias que cuestan millones de vidas.
“Me
gustaría que hubiera movimientos en las metrópolis que atacasen esta
guerra, que la hiciesen imposible. Simplemente cortar el suministro.”
Esto escribió la internacionalista alemana Andrea Wolf el 1 de mayo de
1997 en las montañas de Kurdistan. Desde entonces han pasado 22 años.
22 años en los que innumerables personas en Kurdistan y Turquía fueron
bombardeadas y asesinadas por armas de la OTAN y de los Estados de
Occidente. 22 años en los que compañías como Rheinmetall, Lockhead
Martin, Leonardo o SAAB y bancos como Credit Suisse y el banco alemán
han ganado miles de millones con la muerte, la miseria y la
aniquilación de personas. 22 años en los que el ejército turco continúa
disparando y la OTAN y los estados nacionales occidentales suministran
la munición. La población de Kurdistan y del Noreste de Siria
continuará respondiendo a estos ataques con una resistencia unida.
Nosotros ocuparemos, interrumpiremos y bloquearemos los lugares de
colaboración militar, diplomática y económica con el fascismo turco en
nuestros países.
La guerra contra
el movimiento revolucionario y contra los pueblos en Turquía, Kurdistan
y en todo el Medio Oriente comienza enfrente de casa. Comienza en las
fábricas de municiones y armamento, en los despachos de bancos y
partidos políticos, y en las conferencias y reuniones de gobiernos
hipócritas y la OTAN. Comienza con la propaganda de las “operaciones de
paz”, la militarización de nuestras vidas cotidianas, y se manifiesta
en las fronteras externas de Europa. Comienza allí donde se reúnen los
especuladores y los estrategas que diseñan las guerras. Nuestra
respuesta es la solidaridad, el internacionalismo y el
anti-capitalismo. Continuaremos la lucha contra el fascismo turco y
contra el sistema que nos oprime. ¡Vamos a enseñarles a los belicistas y
a los Estados imperialistas lo que pensamos de ellos!