“Sabías que las ciudades son accidentes que no prevalecerán frente
a los árboles”
*Jorge Teillier*
Lo necesario es una selva de cemento
Un automóvil para inmovilizar el cuerpo
Una telepantalla hipnótica y omnipresente
que inmovilice el pensamiento
Lo necesario es un Mall
y un supermercado donde encontrar la oferta más preciada
y comprar el sustento de la vida
–artificial y cancerígeno–
Todo es necesario:
la salud de mercado, la educación de mercado
y el mercado del trabajo enajenado
Absolutamente todo, desde la falopera policía
hasta la ficción de la democracia representativa
Las toneladas de chatarra desechos desperdicios
La dosificación diaria de pastillas drogas cocaína
cocaína cocaína pasta base y de la wena
La mitad del sueldo y más en ropa de marca
perfumería toxica y electrodomésticos de PRIMERISÍMA NECESIDAD
Y lo necesario, para vivir y morir en esta gran fiesta neoliberal
Y lo necesario, para cumplir el mandato social de las apariencias
***
Aun así, el insomnio nos roba
la calma por las noches
y las tasas de frustración y de amargura
contradicen la cúspide imaginaria del progreso
Y eso, hace necesario el germen
de violencia cotidiana
dentro de la realidad virtual
que no prevalecerá
frente a los árboles
Y entonces, ¿Qué es lo necesario?
Si pese a todo, nunca vivimos en paz
Si pese a todo, nunca encontramos la alegría suficiente
en el consumo y el delirio material
Si el equilibrio de la vida,
se fue al terreno invisible de los vertederos citadinos
junto a las dunas de basura
que adornan las arterias periféricas del mundo
–Desafiante trayectoria
de alguna respuesta posible y no definitiva
Y más desafiante todavía, cuando yo mismo comparto estos abismos
y mi vitalidad poco a poco se consume
en lo pasivo del marasmo maquinal
y atrapado sobrevivo en el juego del rencor–
Ahora bien, primero
es necesario dilucidar
una intriga primordial:
¿Y lo necesario *para qué?*
Pues yo diría, que lo necesario para reencontrarnos
en el espacio del silencio,
en el borde impredecible de la reflexión popular
que nos despabila
Lo necesario para seguir adelante,
permitiéndonos a nosotros mismos
el tiempo de auto-conocernos,
permitiéndonos identificar el problema interno
que nos detiene en la orilla quejumbrosa
y siempre tortuosa del camino
Lo necesario para entender que las riquezas
y herramientas del cambio verdadero,
se encuentran dentro y no fuera de nosotros
Lo necesario para insistir
para asistir
para Resistir
para vivir realmente una vida propia
y sin palabras rotas
Es decir, necesitamos de un vínculo
indestructible de acciones y palabras,
un vínculo de apoyo y respeto mutuos
entre individuos que se reconozcan como iguales
y distintos
Necesitamos de una transgresión permanente
que recupere la creatividad arrebatada en escuelas,
academias y pantallas
Y por sobre todo, necesitamos
del afecto y del cariño,
reanimándonos para siempre del letargo
y ayudándonos a sanar la violencia propinada
por una educación de mercado,
un mercado del trabajo enajenado
y un sistema de salud que nos corrompe y nos degrada
¿Entonces? ¿Qué sería lo necesario
en este tiempo de humo y falsedad?
Mi respuesta, es sencilla y personal:
Solidaridad,
Rebeldía
y un Abrazo…
Sólo eso es necesario
Cristóbal Godoy
Otros artículos del autor:
Una libertaria caminando en la ciudad. En Memoria de Claudia López Benaiges